domingo, 24 de julio de 2011

Frase

Cuando se nos acerca un caballo y nos huele tranquilamente, nuestra inclinación natural es devolverle el saludo con unas caricias en su frente o en el cuello.
Nuestra inteligencia e imaginación nos permiten aprender su lenguaje y entender su conducta. A cambio, él nos ofrece diversión, emociones... y nos mantiene en buena forma física.
En este blog he recogido los conceptos más importantes para que la relación con el caballo sea fluida, segura y, por que no, amorosa. Hemos intentado plasmar los conocimientos para que ambos, caballo y jinete, gocen de amistad.

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